LOS DEBERES ESCOLARES, EL TIEMPO Y LAS EMOCIONES.








Hola Joanna Soy Víctor y tengo un hijo de 8 años que está en tercero de primaria.
Mi pregunta es ¿Que puedo hacer cuando veo que a mi hijo le mandan tantos deberes y no le queda tiempo libre?
La cantidad de deberes consume su tiempo de juego en casa y nos vemos obligados en muchas ocasiones a deshacer planes familiares antes de tiempo por tener que ir a casa a hacer los deberes. En la escuela nos comentan que Sergio es lento en los trabajos, atento pero lento.
Gracias


Hola Víctor, gracias por tu pregunta, esta situación es muy frecuente, así que me alegra poder responder y llegar a más familias en la misma situación. Responderé tu pregunta fusionando la mirada y sentir del niño, con sus necesidades y el sistema educativo desde el máximo respeto al sistema y a su trabajadores.

Primeramente te invito a indagar con los demás padres si todos reciben la misma cantidad de tareas, para descartar que sean "deberes extras" o "tareas inacabadas de Sergio" en el aula.

Si son "deberes extras", lamentablemente tengo que decirte que cada centro educativo y profesor, tiene su sistema de funcionamiento sometido a un sistema "bastante inflexible" donde los niños se ven sometidos a "cumplir" unas estadísticas en un periodo de tiempo X en una edad X. Así que por este lado pocas ayudas puedes tener.

Si son "tareas inacabadas de Sergio", te recomiendo una reunión con su tutora para hablar sobre el respeto a los ritmos de aprendizaje de cada niño, en este caso de Sergio.

Seguidamente toca la parte más importante :) Saber que opina Sergio de ese "trabajo extra", de su "no tiempo de juego", de que sentimientos y emociones aparecen durante las tareas o incluso antes de empezar a hacerlas. Muchos niños ya salen de la escuela con emociones de enfado, tristeza y apatía si saben que llevan "tareas extras" que le restan momento de juego, de realización libre o de estar con sus papás. En ocasiones esas "tareas extras" generan tensión entre padres e hijos, se genera una lucha de imposición y obligación para ambos, y esto hace que se el niño se sienta mal, incluso asociando deberes con pelas y mal rollo en casa... un caos familiar, la verdad.

En el caso de que Sergio explique que las tareas le generan diversión, que le gusta hacerlas, sin importar el tiempo, ni lo que eso conlleva, he de decirte que todo está correcto. Así que no debes preocuparte en absoluto, porque Sergio está feliz en esa situación y eso es lo importante.
En el caso de que Sergio explique que no le gusta, que siente enfado, apatía, rabia, disgusto, cansancio, ganas de llorar, tristeza, miedo, ansiedad o parecidos, entonces si hemos de ocuparnos de la situación, no preocuparnos, sino ocuparnos. Aquí de forma invasiva te diría que plantees la posibilidad de llevar a Sergio a una nueva escuela donde respeten el ritmo del niño y sus procesos naturales de aprendizaje. Puedes encontrar escuelas públicas respetuosas o centros privados, según lo que necesite Sergio. Si en vuestra elección no hay posibilidad al cambio de escuela y tras hablar con la escuela no habéis mediado el tema de las "tareas extras", tendrás de observar cuales son las emociones que surgen antes las diferentes tareas y dar énfasis a las tareas que le producen emociones positivas, en el resto de tareas puedes acompañarle a su proceso de aprendizaje a través del juego, es decir que pueda asimilar los conceptos de esa asignatura o tarea mediante un juego que le parezca atractivo y emocionante, que le invite a sentir emociones positivas.
Cuando los niños están alegres están abiertos a aprender muchas cosas, pero hay que generar esa alegría, hay que despertar ese interés, esas emociones de entusiasmo y asombro.

Muchos niños aprender a través de la música, cantar canciones les ayuda a memorizar contenidos de forma alegre y divertida.
También puedes probar con material de aprendizaje Montessori, estos materiales son estupendos para niños en su proceso de aprendizaje, y a partir de los 7 años , les resultan atractivos, divertidos y de muy fácil utilización y aprendizaje.


Hasta aquí  hemos hablado de reuniones con el centro educativo y tutora, ritmos de aprendizaje, emociones y como generar emociones positivas ricas para poder aprender. Ahora me gustaría dar una oportunidad a la voz de los niños que se encuentran en estas situaciones, deseo que esta aportación pueda elevar la conciencia educativa.

El primer septenio de vida es de 0 a 7 años, en este período de tiempo el niño utiliza por completo su sistema creativo, siendo altamente emocionales. Durante este período es fundamental desarrollar su autonomía y enseñarle a gestionar su sistema emocional, todo a través del juego libre que le permita ser él mismo y encontrarse a sí mismo en el juego y en las relaciones con los otros.
En el segundo septenio de 7 a 14, el niño empieza poco a poco a desarrollar su sistema cognitivo, racional, su mente se prepara para poder albergar conocimientos que le servirán para generar.
Resultado de imagen de imagenes de niños jugando felices
Con esto quiero transmitirte que Sergio tiene 8 años, justo su mente comienza un largo proceso que terminará a los 14 años, así que sus emociones, su mente, su ser completo, su ritmo, su proceso evolutivo está en el punto donde debería recibir el conocimiento mediante el juego, las relaciones e intereses personales, porque eso le dará pié a que esté preparado a realizar "tareas o deberes" cuando biológicamente sea posible y de forma muy gradual.

Deseo que esta extensa respuesta te haya podido aclarar tu situación y puedas acompañar las emociones de Sergio de forma más consciente.

Un fuerte abrazo,
Joanna Coronado


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